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En tiempos de gran incertidumbre, las personas inspiradoras tienen un papel importante que desempeñar en términos de cohesión social. Sus historias de éxito personal pueden hacernos reflexionar y motivarnos a la vez. Con solo 34 años, Sara Al Madani ya se ha labrado cierta reputación como diseñadora de moda, empresaria y mujer líder, modelo de comportamiento. Sara es originaria de Sharjah, en Emiratos Árabes Unidos, y su motivación, su confianza y su fuerte sentido de la independencia ya despuntaban desde la más tierna infancia. Con 15 años, fundó su propia marca de moda, con el objetivo de cambiar la forma de vestir de las mujeres árabes, y su exclusiva y moderna concepción del «abaya» ha suscitado el interés del público de gran parte de Oriente Próximo y África. Todo un ejemplo de empoderamiento.
Sin embargo, el éxito en la moda nunca llegó a ser suficiente para Al Madani. También ha creado una gran variedad de otras empresas: Social Fish, una asesoría de marketing y redes sociales o Proposal Cupid, una organizadora de eventos para todo lo relacionado con las bodas. Al Madani también es socia de una empresa de suministros médicos y un restaurante en Dubái, y la más reciente de sus iniciativas es una plataforma de mensajes en vídeo personalizados de personajes famosos. Como reconocimiento a sus esfuerzos, Al Madani ha intervenido en la junta directiva del Consejo para Pymes del Ministerio de Economía de los Emiratos Árabes Unidos y es miembro de la Cámara de Comercio e Industria de Sharjah, lo que la convierte en una de las mujeres directivas más importantes de la zona.
En nuestra entrevista, Sara Al Madani nos habla de su deseo de destacar, de por qué se esfuerza por acabar con los roles de género y de cómo la maternidad ha transformado sus negocios y su vida privada.
Sara, solo tenías 15 años cuando creaste tu primer negocio en el sector de la moda. No es una afición típica de adolescente, ¿verdad? ¿Qué fue lo que te motivó?
Sara Al Madani: Es difícil decirlo. Creo que seguramente fue el deseo de ser independiente económicamente. Cada vez que quería algo, mi padre me decía que tenía que trabajar para conseguirlo. Vale, de acuerdo, pero ¿por qué trabajar para mi padre para que él me diese lo que quería? ¿Por qué no ganármelo por mí misma? Un día iba en el coche con mis padres y pasamos junto a un local que tenía un cartel enorme de «se alquila». Lo miré y supe al instante que lo quería. No dejé de visitarlo, una y otra vez, hasta que cerré el trato. También trabajé en varias otras cosas a espaldas de mis padres: como modelo, vendiendo refrescos en un centro comercial... hice muchas cosas para conseguir el dinero que necesitaba para alquilar el local.
¿Y cómo fue se una mujer empoderada tan temprano? ¿La gente entendió lo que te proponías hacer?
Sara Al Madani: Empezar a trabajar tan joven en esta zona va contra las normas sociales, sin duda. Sé que la gente lo hace en otros países, pero entre las mujeres de Emiratos Árabes Unidos no suele ser habitual. No fue algo normal ni habitual, pero me encantó porque me hizo diferente. Tenía una historia que contar totalmente distinta a la de los chicos de mi edad. Y siempre supe que no me conformaba con mezclarme con la multitud: solo destacas cuando te encanta lo distinta que eres. Si me preguntas qué es lo que espero de esta vida, la respuesta es «que no me olviden».
Libérate de los estereotipos, no hacen más que encadenarte al suelo. Sigue adelante.
¿Es eso lo que significa el éxito para ti, hacer algo que suponga que nadie te olvide?
Sara Al Madani: Para mí, el éxito consiste en hacer cosas por mí misma y luego basarme en el resultado de esas acciones para hacer cosas por los demás. Uno se realiza cuando ayuda a otras personas. Si encuentras tu pasión, tu camino, puedes alcanzar el éxito, puedes ser un referente, puedes extraer conocimientos de la vida. Pero ¿cómo puedes aprovechar eso en beneficio de los demás? Para mí, es importante tener éxito, implicar a otras personas y ofrecerles algo a cambio.
¿Qué herramientas necesitas para ser una de las mujeres empresarias de éxito?
Sara Al Madani: Una de las más importantes es tener personalidad, y eso es algo de lo que mucha gente se olvida. Creen que el emprendimiento consiste en tener una idea genial o mucho dinero, pero si no tienes la personalidad adecuada, no vas a durar mucho. Para alcanzar el éxito, debes forjar tu personalidad y adaptarla, hacerla evolucionar de modo que encaje. Un buen empresario es aquel dispuesto a hacer cualquier cosa para alcanzar su objetivo. Requiere mucho esfuerzo. El emprendimiento no es fácil.
¿Cómo afrontas la adversidad y las circunstancias complejas cuando se te presentan?
Sara Al Madani: En primer lugar, me doy 48 horas para sacármelas del cuerpo, físicamente. Puede que me vaya a la playa, de paseo por la montaña o simplemente grite para descargar tensión. Tenemos que comprender que la ira es una energía física que tenemos en el cuerpo y, como tal, hay que gestionarla físicamente. Me doy carta blanca durante 48 horas. A partir de ahí, es cuestión de disciplina. Me siento y analizo en qué he fallado. Así es como cambio, crezco y evoluciono. Me da la sensación de que he aprendido tanto porque he conseguido desintegrar los grandes problemas que parecía no poder superar, pero asegurándome siempre de que sean cosa mía. No me centro en los demás, ni en lo que me han hecho o dejado de hacer: procuro no victimizarme. Ahí es donde el fracaso puede acabar contigo o auparte, tú decides.
Todos los riesgos merecen la pena, salgan bien o no, porque todo episodio de la vida es una lección.
¿Dirías que te gusta asumir riesgos?
Sara Al Madani: Sí. Todos los riesgos merecen la pena, salgan bien o no, porque todo episodio de la vida es una lección. Si el riesgo que he asumido ha acabado en fracaso, pues eso que me llevo. Si sale bien, genial. No suelo pensármelo demasiado. Míralo así: cuando te dispones a hacer algo, hay un 50 % de posibilidades de que salga bien. ¿Por qué la gente tiende a quedarse con el 50 % de posibilidades de que salga mal? Prefiero estar del otro lado.
Tras empezar en el sector de la moda, estás cada vez más involucrada en el sector de la tecnología. ¿A qué se debe ese cambio?
Sara Al Madani: Una vez estuve en una conferencia en la que alguien dijo que el mundo de la tecnología era para hombres. Mi primera reacción fue: «vale, pues tengo que meterme ahí». Empecé a hacerme hueco en el sector y ahora dos tercios de mis empresas tienen que ver con la tecnología. Quiero estar en este sector porque me gustaría ser una empresaria ética. No dejo de oír que la tecnología va a acabar sustituyendo a la gente, y existe el riesgo de que acabe perdiendo su toque de humanidad. No quiero que pase eso. Quiero ser una empresaria tecnológica que dé mucho peso a la ética.
Eres una gran defensora de acabar con los estereotipos de género.
Sara Al Madani: Creo que lo principal que he conseguido es librarme del estereotipo de lo que debo o no debo hacer como mujer: que si las mujeres solo deben trabajar en ámbitos femeninos, que si las mujeres deberían quedarse en casa criando a los hijos... Nada de eso me convence, creo en la igualdad de género y creo que hay que afrontar la vida con lo que te venga. Todos necesitamos una oportunidad.
¿Cómo ha afectado la maternidad a tu carrera y la forma en que trabajas?
Sara Al Madani: Desde que soy madre, me he convertido en mejor líder, ya que se me han encendido los interruptores de la empatía y la simpatía ya para toda la vida, además de mejorar mi inteligencia emocional. He conseguido equilibrar mejor mis emociones y mi racionalidad. Cuando estaba embarazada, mucha gente me dijo (muchos de ellos mujeres) que cuando tienes hijos ya te puedes ir olvidando de tus sueños y tus objetivos: tu ocupación principal es ser madre. Pero después me di cuenta de que los niños no solo necesitan a su madre, necesitan que su madre sea feliz. ¿Y cómo puede ser feliz si no persigue sus sueños o pretende cumplir sus objetivos? Desde que di a luz a mi hijo, tengo siete empresas. Antes, cuando estaba sola y no tenía a nadie en este mundo, tenía una. La maternided me ha inspirado a crear un legado para mis hijos.
Fotos: CNN; Autor: Geoff Poulton; Vídeo: CNN