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Volvamos atrás: Salzburgo, 2017. La idea de este proyecto visionario surge de forma espontánea un día por la tarde, después de trabajar. «De aquella, me dedicaba a desarrollar trajes para skydiving y base jumping con un amigo, que también era monitor de salto base», afirma Peter Salzmann. «Un día, después de estar haciendo pruebas, planteamos un montón de ideas sobre cómo mejorar el rendimiento, de forma relajada. Una de las ideas era un motor de propulsión de apoyo, y ya nunca fui capaz de olvidarme de ella. La posibilidad de saltar desde la falda de una montaña con mi wingsuit y aterrizar en mi jardín me resultó fascinante».
El piloto austríaco siempre había soñado con volar. Cuando era pequeño, solía saltar desde cualquier sitio y aterrizar en un colchón o un montón de almohadas. «Volar encarna la libertad. Es la expresión definitiva de la búsqueda de lo desconocido y la exploración de nuevos horizontes», sentencia Salzmann. Como especialista de cine, saltador base, piloto e instructor de vuelo con traje de alas, ha acabado haciendo del vuelo su profesión, una ocupación a tiempo completo que le ha permitido seguir el camino que siempre se propuso. «Solo quiero hacer cosas que me apetezcan de corazón», nos confiesa, a sus 33 años. «Y aun así, siempre he sabido que había algo más».
Este atleta vigoroso y bien entrenado parece tranquilo y con los pies en la tierra, pero tiene un carisma que hechiza de inmediato. Durante semanas, Salzmann se dedicó a trabajar en el garaje de su casa en formas de hacer realidad la idea de un wingsuit con propulsión asistida para llevar aún más lejos su deporte y adentrarse en territorios nuevos y desconocidos. Quería mejorar su tiempo de planeo, despegar desde alturas más elevadas, volar más lejos que nunca o aterrizar con seguridad en un lugar adecuado. «Enseguida se me ocurrió la idea de un impulsor, es decir, un propulsor instalado en una carcasa tubular o en forma de anillo. Sin embargo, no podía usar un motor convencional o alimentado con combustible», explica Salzmann. «Le atribuyo una gran importancia a la sostenibilidad e intento actuar de forma justa en mi vida cotidiana. Disfruto de la naturaleza desde el aire y en el suelo, y quiero comportarme con responsabilidad también en el ámbito de la movilidad. Puedo hacerlo con el BMW iX3 totalmente eléctrico, al preparar mis saltos, y el progreso en el ámbito de la electrificación ha hecho posible cumplir mi sueño, gracias al apoyo de BMW i».
Llega un punto en la vida en el que hay que decidir si quieres seguir haciendo lo que siempre has hecho o probar algo nuevo. Peter Salzmann quiere avanzar, pero se da cuenta de que necesita ayuda de expertos para hacerlo, una ayuda que encuentra de la mano de BMW i en 2017. «Nuestro enfoque orientado al futuro sobre los motores eléctricos y los materiales y tecnologías innovadores se ajustan a la perfección a la idea de Peter Salzmann, inusual pero fascinante. Desde mi punto de vista, Peter Salzmann encarna a la perfección la actitud de la marca BMW i con su perspectiva única, su pasión y su valentía. Además, me impresionó mucho su esfuerzo físico, combinado con un conocimiento técnico muy profundo y una comprensión muy nítida de la marca», afirma Stefan Ponivka, que entonces era encargado del proyecto en BMW i y ahora es vicepresidente de Experiencia de la Marca.
En un momento en que se estaba desarrollando simultáneamente el BMW iX3, la solución parecía obvia: desarrollarían en conjunto un traje aéreo con motor eléctrico: un mecanismo para ascender alimentado con energía renovable, lo suficientemente compacto como para funcionar en un wingsuit normal y con una generación de calor muy limitada. Sería un paso más en el desarrollo del wingsuit ya existente, que permitiría un arranque instantáneo y una experiencia de vuelo realmente ágil. «Me encanta enfrentarme a este tipo de desafíos. Desarrollar nuevos trajes, probar nuevos equipos y fomentar el deporte del wingsuit flying de distintas formas... todo eso me estimula mucho», afirma Salzmann. «Y en BMW he encontrado a un socio creativo perfecto para implementar mi proyecto con las normas de seguridad más estrictas y todos los pasos de desarrollo necesarios».
Simultáneamente, BMW i se puso en contacto con Designworks, el estudio de diseño innovador de BMW Group. El estudio ofreció a Salzmann apoyo de expertos para desarrollar, junto con el piloto de wingsuit, el traje aéreo y el propulsor eléctrico adaptado a la nueva tecnología. «Para los aspectos técnicos contamos con la ayuda de Designworks, que son expertos en satisfacer las necesidade de movilidad y de otros sectores», añade Stefan Ponikva. Hacer realidad junto a su equipo este concepto fue un momento de verdadera felicidad personal para él. «Solo los propulsores eléctricos son lo suficientemente ligeros y ágiles como para permitir el vuelo normal con wingsuit y el salto base. Son lo suficientemente ligeros para ascender por la montaña con él o como para realizar giros y maniobras bruscas en vuelo, y además hacen tan poco ruido que no perturban la pureza del momento».
El wingsuit con motor eléctrico fue un proyecto que me tomé de forma muy personal, además de ser literalmente toda una declaración de innovación en la que se pone de manifiesto nuestra tecnología de BMW i.
Responsable del proyecto del traje aéreo eléctrico en BMW
Las ideas se plasmaron en esbozos, los esbozos en modelos digitales, y los modelos digitales en prototipos. «El primero lo hicimos de cartón, para hacernos una idea de las dimensiones de la flyunit, es decir, la unidad impulsora con las baterías y todo lo demás», explica Salzmann. Se produjeron dos modelos, uno más grande y otro más pequeño. El siguiente paso fue un prototipo de aluminio que, sin embargo, no contenía ningún tipo de impulsor ni dispositivo electrónico. Se utilizó para simular su peso y dimensiones y ya se le puso un arnés y un soporte para el pecho para que Salzmann se lo probase.
«El proceso de desarrollo estuvo repleto de altibajos, no dejaban de presentársenos nuevos desafíos», afirma Salzmann. «Al principio íbamos a poner la unidad del motor a la espalda, pero tras los primeros bocetos y tras hablar con los expertos en aerodinámica, decidimos pasar la flyunit al frente». Salzmann y el equipo no tardaron en descartar también un plan para usar la versión más grande del impulsor, con la que habrían obtenido una potencia un 40 % mayor. «Cuando me probé el traje por primera vez, supe enseguida que dificultaría demasiado el manejo y que limitaría mis movimientos. En los saltos, la comodidad y la sensación de seguridad son lo más importante, y necesitas libertad de movimiento para poder abrir el paracaídas». Por estos motivos, los ingenieros optaron por el modelo más pequeño, de más o menos un metro de anchura, al que se dieron los últimos retoques en un canal aerodinámico. La flyunit final tiene dos propulsores, cada uno de ellos de en torno a 13 cm de diámetro, tiene un aspecto similar al de un minisubmarino futurista, se alimenta desde una batería de litio de 50 voltios, pesa 12 kilos y va anclada a la placa del pecho del piloto medante un dispositivo con bisagras. Los dos impulsores ligeros de fibra de carbono y aluminio tienen una potencia combinada de 15 kilovatios y funcionan a una velocidad de unas 25 000 RPM.
La primera serie de mediciones con el traje se llevaron a cabo en el AEROLAB, el túnel aerodinámico horizontal de BMW. Las pruebas se utilizaron para validar y comparar las distintas variantes de impulsores y wingsuits. «Durante las primeras sesiones probamos el conjunto completo con un maniquí, pero con los impulsores y wingsuits originales, midiendo todas las fuerzas y momentos. Después nos decidimos por una variante del impulsor y una posición concreta», explica Salzmann. Después se fue a Suecia. «La primera prueba del túnel del viento para wingsuits en Estocolmo fue todo un hito para mí. No se me borraba la sonrisa de la cara. Porque hasta ese momento, no tenía ni idea de si se podía controlar el vuelo con el impulsor. Este túnel del viento es el único del mundo en el que los pilotos de traje de alas pueden volar en interiores y hacer skydiving indoor. Aquí es donde pude simular un vuelo real y comprobar si podía abrir el paracaídas sin problemas. ¡Y menuda estabilidad! Fue entonces cuando supe que íbamos por el buen camino». Con este primer diseño de la unidad del motor, Salzmann realizó los primeros saltos de prueba desde un helicóptero para calibrar la influencia del equipamiento en el comportamiento de vuelo. En el siguiente paso, se construyeron dos prototipos, que ya contenían el impulsor, la tecnología de la batería y los componentes electrónicos necesarios, y que también se probaron en el aire.
Salzmann realizó más de 30 saltos de prueba con la flyunit. «Tras evaluar los primeros saltos, llegamos a la conclusión de que a los impulsores les llegaba un flujo de aire demasiado escaso. Por eso incorporamos tomas de ventilación adicionales en el traje». El sistema del motor se desarrolló en estrecha colaboración con BMW i y Designworks y se optimizó hasta el más mínimo detalle. Otro hallazgo clave fue que el peso era demasiado elevado y que había que reducirlo. «Tuvimos que plantearnos también una solución de desconexión de emergencia para la flyunit, que consistiría en desarrollar una opción de control y un interruptor de encendido y apagado que se pudiese activar en cualquier momento. Acabamos colocando este regulador en la manga izquierda y se puede controlar con el dedo corazón y el anular».
Amanece en los Alpes, y el sol se alza lentamente tras las montañas Die Drei Brüder. Empieza la cuenta atrás: en media hora, Peter Salzmann dará el salto decisivo. Ha comprobado hasta el último detalle el wingsuit con el motor eléctrico, ha analizado el último tornillo, la última costura, el último componente. Aunque la idea de saltar desde 3000 metros de altitud pondría nerviosa a mucha gente, Peter Salzmann se mantiene en calma y aparentemente sin preocupaciones. Tranquilo, pero visiblemente estimulado, explica a los miembros de su equipo con amplios gestos cómo quiere realizar el trayecto. En realidad, debería haber tenido lugar en la otra punta del mundo, ya que originalmente Salzmann quería realizar este salto en Corea en 2020. Sin embargo, la irrupción de la pandemia de la COVID-19 echó al traste sus planes para el estreno mundial desde Asia. Después, tras varios meses de incertidumbre, por fin llegó el alivio: cuando la pandemia comenzó a remitir, se retomó el proyecto y se encontró una nueva ubicación en Austria, el equipo pudo retomar la planificación, los ensayos y los saltos de prueba. Pocos meses después, el sueño de Salzmann de surcar los cielos como nadie nunca lo ha hecho está a punto de hacerse realidad.
¿Que si está nervioso? No. «Siempre hay algo de tensión, claro, y eso no está mal. Hay que ser siempre consciente de las consecuencias de los errores. A esta velocidad y con tal esfuerzo físico, todo tiene que ir a la perfección. A lo largo de los años, he desarrollado una experiencia que ahora me aporta la seguridad necesaria para sentarme en el helicóptero con una sonrisa, aunque a algunos les pueda sorprender. Cuando el helicóptero despega, se comprueba el material y repaso todo el proceso en mi cabeza, punto por punto. Para mí, el ascenso es anticipación pura y dura». El salto no solo requiere fortaleza mental, sino también buena forma física, explica Salzmann, y adopta una posición de vuelo para demostrarlo. «La carga es enorme, sobre todo si llevas dispositivos adicionales. Puedo mantener los brazos en esta posición unos cinco minutos. He estado entrenándome especialmente cada día durante meses para fortalecer los músculos del torso, el cuello y los hombros».
Tres, dos, uno... ¡ya! Salzmann recibe por radio la señal que tanto tiempo llevaba esperando. Visto desde tierra, el piloto no es más que una mota en el cielo, pero va aproximándose rápidamente. Mientras el helicóptero da la vuelta, Salzmann va cogiendo velocidad en su traje con alas y pasa rozando la ladera a solo uno o dos metros, hacia el valle. En vuelo, Salzmann siempre se concentra en varios puntos de la montaña para poder mantener el rumbo y reaccionar a tiempo si fuese necesario. Aun así, el austríaco se encuentra como pez en el agua.
Hacer el futuro asequible: desde una idea descabellada hasta su realización: no hay mejor recompensa que poder convertir en realidad tu visión. Estoy muy orgulloso de que el equipo haya podido hacerlo... Y cuando vi cómo Peter ganaba altitud donde el resto de pilotos suelen descender, me quedé literalmente sin habla.
Presidente de Designworks
Lleva tres años renunciando a todo para llegar a este momento; en los últimos dos años ha realizado más saltos que nunca antes, llegando a superarse a sí mismo en varias ocasiones. Ha llegado el momento: tira del cordón con sus dedos corazón y anular y nota cómo el motor eléctrico activado lo arroja de vuelta hacia el cielo, como impulsado por fuerzas invisibles. Los esfuerzos de Salzmann se ven recompensados según sus planes: con un calmado momento de euforia a una altitud de más de mil metros. Disfruta de los últimos metros de vuelo con el motor eléctrico, suspira y abre el paracaídas. Para redefinir los límites de su deporte, ha llegado a ponerse al límite a sí mismo.
Ya es mediodía en Die Drei Brüder. Peter Salzmann ha aterrizado a salvo; guarda su paracaídas, monta con cuidado el impulsor en un soporte móvil especial que, de alguna manera, recuerda a una carretilla, y guarda el resto del equipamiento en su BMW iX3. Mira una última vez a la montaña y se dirige a casa: es hora de estar con la familia. Las emociones del vuelo lo acompañarán y durarán todavía un buen rato. «Para mí, conducir este BMW iX3 eléctrico tiene mucho que ver con mi experiencia con el traje aéreo eléctrico. El sonido es parecido, además de la sensación de aceleración inmediata.
Es impresionante y también satisfactorio, por poder mantener el comportamiento sostenible también en mi movilidad eléctrica. Da igual si es por el aire o por carretera». Para Peter Salzmann no hay descanso que valga: el tipo quiere llegar aún más alto. El plan de Corea del Sur no está cancelado, solo pospuesto: el enérgico austríaco quiere sobrevolar la ciudad entre rascacielos. «Tendré que entrenar más, optimizaremos la técnica y miraremos hacia delante con valentía».
El arte del progreso se basa en romper con lo que ya conocemos y explorar nuevos terrenos.
Innovador y sostenible: el BMW iX3 es el primer BMW Sports Activity Vehicle que funciona solo con electricidad y combina la mejor dinámica de conducción con un rendimiento mejorado y la eficiencia de la tecnología BMW eDrive, mientras que los acentos de BMW i en su emblemático azul reflejan la exclusividad del primer Sports Activity Vehicle totalmente eléctrico, tanto en el exterior como en el interior. Los datos más importantes del BMW iX3 son:
- La batería de alta tensión de la quinta generación de BMW eDrive, con la última tecnología de celdas de batería y un contenido energético bruto de 80 kWh aporta una autonomía de hasta 460 km según el nuevo ciclo de prueba obligatorio WLTP (y de hasta 520 kilómetros según el ciclo de prueba tradicional NEDC). BMW Group garantiza el cumplimiento de las normas medioambientales y sociales con su propio proceso de adquisición de materias primas para las celdas de batería, el litio y el cobalto.
El nuevo diseño del motor eléctrico de quinta generación BMW eDrive tiene 210 kW/286 CV, genera un par máximo de 400 Nm y acelera el BMW iX3 de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos.
La recuperación adaptativa aumenta el confort y la eficiencia de conducción mediante el control de la absorción de la energía de freno y la función de «gliding» adaptadas a la situación del tráfico.
Experiencia de conducción clásica de BMW con una eficiencia pionera: la rompedora combinación de consumo energético y alta capacidad de carga permite trayectos de larga distancia a velocidades medias muy altas.
BMW IconicSounds Electric: un nuevo fondo sonoro diseñado especialmente para el iX3 proporciona una profundidad emocional adicional a la experiencia de conducción del BMW por primera vez. Esta distintiva composición para el arranque y la parada del motor eléctrico se ha desarrollado en colaboración con el compositor y ganador del Óscar Hans Zimmer.
Los nuevos servicios digitales de BMW Connected Charging en el vehículo y en la aplicación permiten una planificación cómoda de la navegación y recomienda dónde parar: el sistema de navegación tiene en cuenta las paradas intermedias para cargar la batería de alta tensión al planificar la ruta y proporciona información detallada sobre los puntos de carga disponibles.
El concepto de almacenamiento optimizado permite una capacidad de carga del vehículo de hasta 150 kW en puntos de recarga de corriente continua y una recarga del 0 al 80 por ciento en unos 34 minutos, lo que corresponde a 20 minutos por cada 100 km de autonomía (según WLTP).
- Detalles innovadores: las ruedas aerodinámicas de BMW también ayudan a reducir la resistencia al aire.
Hemos diseñado el BMW iX3 como un espacio móvil para una mejor calidad de vida. Un nuevo lugar favorito en el que podamos ser autónomos y estar tranquilos
Director de BMW Design
Acerca de BMW i
BMW i aboga por un enfoque holístico y una interpretación vanguardista de la movilidad sostenible premium: motores eléctricos, materiales innovadoras y nuevas tecnologías combinados en los conceptos revolucionarios del mañana. El énfasis se sitúa en un nuevo concepto de lo premium, definido por la sostenibilidad en la totalidad de la cadena de valor.
Acerca de Designworks
DESIGNWORKS es una empresa de consultoría creativa global con sedes en Norteamérica, Europa y Asia, y es el motor de la innovación en el BMW Group. Al trabajar con clientes de una amplia variaedad de sectores, Designworks inspira al BMW Group con sus puntos de vista externos y sus impulsos creativos. Los servicios de Designworks se caracterizan por la innovación y el crecimiento. Esta consultoría creativa utiliza el enfoque de «estrella fija» del BMW Group: los equipos analizan los próximos diez o quince años en busca de soluciones relevantes para hoy y para mañana. Designworks también se involucró significativamente en el desarrollo de varios modelos emblemáticos del grupo, como los BMW Serie 3 de 1998, el BMW Z8, todos los vehículos conceptuales del X1, X3 y X5 hasta la fecha, además del BMW i3, i8 y muchos otros.
Autor: Markus Löblein