¿CÓMO SUENA?
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Este episodio del podcast fue grabado en la primavera de 2020.
La niebla acalla todos los ruidos aquí arriba, en los Alpes de Berchtesgaden. No se ve un alma, pero repentinamente, a la vez que la luz del sol perfora el mar de nubes, un rumor sutil pero profundo se escucha cada vez más cerca. Un BMW rojo da con agilidad una curva sobre la carretera panorámica de Rossfeld. El imponente sonido resulta ser el del motor de ocho cilindros que esconde el capó del BMW X5 4.6is (la abreviatura interna de BMW para el modelo es el BMW X5 E53), de 2002. Al cruzarte con este BMW youngtimer en rojo fuego solo se ve una inmensa sonrisa tras el volante.
A poca distancia aparece otro SAV, el BMW X5 xDrive45e actual. Es más sutil en cuestión de color y sonido, pero no presenta un ápice menos de agilidad. El joven que está al volante esboza en su cara la misma sonrisa que la del conductor del BMW X5 4.6is. Y no es de extrañar: Max Hesse, piloto de pruebas del BMW Junior Team, conduce el BMW PHEV (híbrido enchufable) azul oscuro sobre el asfalto de la carretera de alta montaña de Rossfeld; su padre, Mario Hesse, va al volante de un modelo que será todo un clásico en breve, el BMW X5 youngtimer de primera generación.
El lema de esta jornada alpina podría ser, sin duda, «Apuntar a lo más alto». Y esto se aplica en dos sentidos: primero, porque la carretera panorámica de Rossfeld es el tramo continuo de mayor altitud de Alemania (➜ Leer más: Bucketlist definitiva para los amantes del motor), bordeado por imponentes montañas; segundo, porque dicho lema se puede aplicar también a la ambición de nuestros protagonistas, ya que Max Hesse, junto a sus compañeros del equipo BMW Junior Team, conduce un BMW M6 GT3 en el Campeonato de Nürburgring de Resistencia (NLS). Es casi seguro que ese talento se debe a la genética, ya que Mario Hesse también hizo sus pinitos con una buena dosis de ambición en el circuito amateur.
Los BMW pueden por fin descansar en un aparcamiento mientras los Hesse analizan de cerca ambos BMW X5. Max recuerda la primera vez que se subió a un kart, con tres años. Por aquel entonces, el BMW X5 ya llevaba en el mercado cuatro años (lo que hace que el coche que acabaría conduciendo Max sea más viejo que él). «Mi padre siempre me ha dado y me sigue dando todo el apoyo que se pueda imaginar. Me ha enseñado muchísimo», prosigue Max. Y el talento también se hereda.
Hablemos de genética: el ADN compartido entre ambos X5 es evidente. Los dos tienen la conocida rejilla de BMW en forma de riñón (➜ Leer más: Un emblema cambiante: 13 diseños de la parrilla BMW), las siluetas son similares, lucen la típica curva de Hofmeister de manera más o menos reconocible en la ventanilla trasera y ambos tienen un aspecto grandioso. Las llantas de 20 pulgadas con neumáticos 315 del BMW X5 E53 han envejecido muy bien en comparación con las llantas de aluminio de 21 pulgadas del BMW X5 PHEV (híbrido enchufable) (➜ Leer más: Coches híbridos enchufables: comparativa de eléctricos). «Los dos BMW X5 tienen muchas similitudes estéticas, sorprendentemente», sentencia Max Hesse.
Hace 20 años, los bávaros presentaron al ancestro de todos los SAV de la casa, como el BMW X5 G05. Fue el fundador de una serie de modelos BMW X que ha llegado a ser una gran familia: desde el X1 hasta el X7, pasando por el X4. También se incluyen las variantes deportivas de la rama M, como el X3 M o el X6 M, y los modelos eléctricos de BMW i, como el iX3 o el iX (➜ Leer más: 10 años de BMW i).
Todos los modelos X tienen algo en común: el placer de conducir (➜ Leer más:Historia del eslogan de BMW). Es una idea que subyace a todos los BMW, desde el principio. Y esto nos lleva a la sonrisa de satisfacción de Mario Hesse. No hay duda de que avanzar en el «veterano» BMW X5 4.6is de BMW Classic por las cerradas curvas e inclinadas rampas de esta carretera de montaña es todo un placer para este expiloto de karts amateur. Una vez incluso compitió contra un tal Michael Schumacher en una carrera para principiantes clásica. Hoy disfruta del impresionante par motor (➜ Leer más: El par motor: lo que debes saber) del modelo de ocho cilindros.
La última generación ofrece un placer de conducir algo diferente. El motor del BMW X5, de seis cilindros en línea con turbo, cuenta con el apoyo de un motor eléctrico, que ofrece un par máximo cumbre de 600 Nm (➜ Leer más: Avances técnicos extraordinarios del motor de BMW). Y hablando de cumbres: con la potencia combinada del motor de combustión y el eléctrico, el BMW X5 de 2020 (el xDrive45e) supera las cuestas como si nada. Eso es lo que explica la sonrisa casual de Max Hesse cuando se pone al volante del BMW híbrido enchufable.
El BMW X5 de 2002 ya impresionó en el momento de su lanzamiento con unas dinámicas de conducción totalmente inauditas en vehículos todoterreno (➜ Leer más: The old world). Y eso sigue siendo así hoy en día, como confirman Hesse padre y Hesse hijo al unísono, tras cambiarse los puestos. El primer modelo también combina unas propiedades todoterreno excelentes (➜ Leer más: Viajar a Bután) con un talento increíble en el entorno deportivo. Ambos pueden ajustarse a la descripción de Vehículo para Actividades Deportivas (Sports Activity Vehicle o SAV).
Vemos un cambio rápido de pilotos en este viaje invernal por los alpes (➜Leer más: El Grand Tour Suiza). Ahora el joven pilota el viejo y el viejo pilota el joven. A Max Hesse le fascina el sonido del modelo con más solera: «Suena increíble». Por su parte, a Mario Hesse le impresiona las funcionalidades de confort del BMW X5 xDrive45e. En el interior de los BMW X5, si se hace una comparación directa de ambos bólidos, se ponen de manifiesto los avances que ha experimentado la ingeniería automovilística durante los últimos 20 años. El nivel de confort del BMW X5 xDrive45e vuelve a estar un peldaño por encima del que se ofrece en el interior del BMW X5 E53.
Definitivamente, el placer de conducir no es cuestión de edad, ni la de los conductores Mario y Max Hesse, ni la de los dos BMW X5. La cuestión generacional queda por tanto difuminada: lo importante es si te gusta más la vieja escuela o los modelos modernos. ¿Por cuál se decidirá Mario Hesse? No tarda en decantarse por el «viejo» BMW X5, mientras Max Hesse se carcajea y abre la puerta del BMW X5 xDrive45e. El SAV rojo de ocho cilindros sale del aparcamiento, y el híbrido le sigue zumbando (literalmente). En un instante, desaparecen entre la niebla, camino del valle. La calma vuelve a la montaña.
Autor: Nils Arnold; Fotos: Marc Wittkowski